El lunes 14 de noviembre viajaba
camino al DF desde Monterrey, acompañado por miembros de la Bicired.
Regresábamos del Cuarto Congreso Nacional de Ciclismo Urbano. Las
preocupaciones de los activistas se veían resumidos en el título del congreso:
De la ciudad caníbal a la ciudad humana. La tesis central del evento era
simple: se debe proteger a toda costa el derecho al espacio público, que
garantice nuestra calidad de vida, a transporte seguro y eficaz para acceder a
nuestras fuentes de trabajo y estudio.
Nos acompañaba en la camioneta un
ejemplar de la edición regiomontana de Milenio Diario. En los interiores,
merecía el espacio de un pagina entera un reporte sobre la Facultad de Estudios
superiores Aragón.
No es la primera vez que esta
Facultad de la Universidad Nacional Autónoma de México merece un lugar en las
noticias, pero el caso se hace sobresaliente, luego de una revisión a las
recientes noticias sobre la zona que se extiende entre la delegación Gustavo A
Madero y los inicios de Ecatepec. Allí donde se encuentra la FES Aragón.
Al menos 100 atracos a estudiantes
en solo dos meses, es la principal denuncia del diario Milenio. Por supuesto,
hay que aceptar la endeble cifra con todas las reservas. Sin duda que, aunque
pueden tratarse de menos incidentes, es casi un hecho que la cifra puede ser
fácilmente doblada o triplicada.
A la par del aumento de la
delincuencia en la Facultad, los alrededores observan un crecimiento sádico de
los índices criminales.
Apenas a fines del mes pasado, la Procuraduría
mexiquense declaró a la colonia Impulsora, limítrofe de la FES, como una de las
cinco más peligrosas de Nezahualcóyotl.
A menos de un mes de esa declaración, la zona roja que parte de la FES
Aragón hasta Valle de Aragón tercera sección, ha sufrido un incremento
significativo en la violencia, desde la de la delincuencia común, a las
manifestaciones macabras del crimen organizado.
Acuchillados en el metro, embolsados y colgados en puentes vuelven a
esta zona la más temible en el No Lugar que es Ciudad Neza.
Por supuesto, los ojos de los
medios de comunicación y de la Opinión Publica, no se posan en Nezahualcóyotl,
como en otros municipios.Lo que se mantiene por años deja de ser novedad. Esto debe alarmarnos. El fenómeno de la marginación
en que viven los pobladores de Neza, se extiende a los estudiantes de Aragón.
Parece que las autoridades lo ignoran y como resultado tenemos una universidad
marginada, donde los estudiantes parecen no tener otra opción que soportar
infames condiciones de seguridad, salubridad y movilidad. Comparemos por
ejemplo, esta situación a la que vive el
Tec de Monterrey.
En un caso ampliamente difundido,
el 19 de marzo del año pasado, un enfrentamiento en el exterior del campus central
del Tec, dejó como saldo dos estudiantes muertos. Luego delevento y de la
escalada de violencia que vive la
capital financiera de México, la matrícula del Tecnológico se redujo de 17 a 14
500 alumnos. Por supuesto, alumnos con el capital suficiente para migrar a
mejores opciones de educación y seguridad.
No hay un instrumento, sin embargo,
que mida el impacto de la inseguridad en los estudiantes de la FES, que con 17
mil alumnos, recibe los mismos estudiantes que recibía el Tec. Si hay, sin
embargo, un documento firmado por la UNESCO, donde se conmina a las autoridades
mexicanas a proteger a las escuelas de la delincuencia y de los enfrentamientos
que por ella existen. ”Que las escuelas sean consideradas como zonas de paz”
dice la UNESCO. (emeequis No. 266)
Para ir perdiendo la esperanza, hay
que señalar como gravísimo asunto, el hecho de que ninguna autoridad, ya sea
estatal, municipal o de la propia facultad, se haya expresado al respecto.
¿Merecen los estudiantes pagar tan alto costo, como lo es arriesgar su
patrimonio y hasta su vida, por acceder a su derecho a la educación?
Por ahora, habrá que esperar a ver
cómo prospera la petición del Frente de Unión Estudiantil, que junto a la
denuncia expuesta en Milenio Diario, exige al Rector Narro y al Director de
Aragón, Gilberto García Santamaría, la puesta en marcha de un Pumabús que
funcione desde los metros Nezahualcóyotl y Moctezuma, hasta la FES Aragón, sin
paradas intermedias. Y con esto volvemos al inicio.
Las soluciones al tema de movilidad
no deben ignorarse cuando se trata del problema de la violencia. Sin hacer
mención al problema de la inseguridad
que sufren los alumnos, las autoridades de la FES Aragón, han apostado por
ampliar y rediseñar el espacio de estacionamiento vehicular en el interior, en
un proyecto que no se ha hecho claro para la población estudiantil.
Las soluciones al problema de un
seguro acceso, creen, se solucionan automatizando la entrada a automóviles. La
señal es que, mientras más alumnos lleguen en coche, menos asaltos habrá. Una
lógica burda.
Cuando los estudiantes exigen agua,
los funcionarios otorgan sal.
Mientras los estudiantes defienden
susderechos humanos, la Facultad de Estudios Superiores Aragón es, hoy, una
Universidad Caníbal.
(foto:secretariaadministrativaaragon. wordpress. com)
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