Por Jorge Alonso Espíritu
El sueño de los murcielagos
Cuando crezcas. Cuando seas grande. Algún día entenderás.
El mundo de los adultos se aleja del de los niños, pero recordándoles
una y otra vez, que este mundo es duro. Y las frases hechas –algún día
entenderás- se convierten en misteriosas amenazas.
De lo que nadie se da
cuenta, es que nadie prepara a los niños para afrontar la dureza de la vida.
Las amenazas son eso, formas de menospreciar los problemas, los miedos y el
valor de los pequeños, que un día, sin que alguien se dé cuenta, se convierten en grandes. En
gigantes.
A Gabriel, el Gavilán, le toco crecer en una época sombría,
de crisis militar, económica, sistémica, en Argentina. Pero en las cuevas
terribles, donde la luz no entra, siempre hay motivos para creer. Para intentar
un algo más, que preserve la esperanza emulada de tantos héroes que –siempre han
existido- viven su vida resistiendo.
Quizá esa esperanza suene falsa, pero uno no pierde nada con
volverlo a intentar, aunque se trate de un embrujo tenebroso que conduzca a un
viaje a través del embrujado donde yacen almas en pena y donde la luna luce intimidante.
Envuelto en una aventura ágil, pero profunda, el Gavilán
arriesgará todo con una esperanza: salvar el negocio de su papá… y salvar –como
pasa en su imaginación- a la mujer más bonita de su mundo.
El sueño de los murciélagos es, una novela breve de la
literatura juvenil que seguro quedara grabada en el corazón del lector.
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