Por
Jorge Alonso Espíritu
Ellos han demostrado que el rescate de la
ciudad de Puebla depende incuestionablemente del concepto de comunidad. Y que
la comunidad se puede unir alrededor de la belleza, la tradición, la historia.
Alrededor del arte.
Ha pasado poco más de un año desde que este
grupo de jóvenes se embarcaron en la misión de dignificar el entonces olvidado
barrio de Xanenetla, un barrio fundacional y de alto valor histórico para el
estado, a través de la propuesta del mural. Hoy su trabajo se ha extendido y
las ideas de este colectivo yacen en las paredes del mercado de la Piedad; su
más reciente logro fue trabajar junto a los comerciantes del Parral para transformar también su
mercado.
Hablamos del Colectivo Tomate, un grupo de
jóvenes decididos a impactar a la sociedad poblana a través del muralismo
social. E-consulta platicó con ellos de lo que esto significa.
Para rescatar la ciudad, afirman, primero
hay que pensar de forma diferente. Entender que todos debemos contribuir con
algo. Que la ciudad es de todos. El Colectivo Tomate intenta transformarla sociedad a través del arte en diversas formas, desde el performance hasta el muralismo.
Hace poco más de un año, el 24 de
septiembre del año del bicentenario, se abría la convocatoria para participar
de la primera etapa del proyecto “Puebla: Ciudad Mural”. El reto era grande:
Lograr que los vecinos de Xanenetla hicieran comunidad y se unieran en pos de
la dignificación de su barrio.
Para ello, los miembros del Colectivo
Tomate llamaron a participar a artistas mexicanos, representantes extranjeros y
colonos en lo que sería la primera gran acción colectiva de muralismo social,
como lo llaman ellos.
Se trata del diseño y ejecución de murales
sobre las viejas fachadas del barrio. Murales inspirados en la historia,
tradiciones, leyendas y vivencias de las familias que viven en sus casas.
El proyecto generó recelo. Acostumbrados al
clientelismo, a las propuestas sin cumplir y separados por viejas pugnas entre
habitantes de uno de los barrios más antiguos de la angelópolis, muchos vecinos
desconfiaron de la propuesta de los Tomates.
Las cosas han cambiado. El colectivo
conquistó su confianza y su obra se convirtió en un factor de unión para la
gente. Hoy los vecinos aprendieron a
organizarse para trabajar por el lugar donde viven, muchos de ellos están
consientes del valor de su barrio, que hace poco estaba olvidado pese a ser
parte del patrimonio declarado por la UNESCO.
No sólo eso. Tras el éxito de la primera
etapa, se culmino la segunda y en breve estará en marcha la tercera del
proyecto Xanenetla, Barrio Mural
Algo que debe quedar bien claro, es que en
el Colectivo Tomate no existe un líder. “Estamos hartos de los líderes” asegura
Guillermo Morales, quien junto a Paola
de la Concha, Donaji Tejeda, Tomas Darío y Vica Muchastegui forma parte de una
de las agrupaciones sociales que luchan por transformar el entorno.
“Lo que nos une
es el proyecto. El claro sentido de hacer algo al respecto por nuestra ciudad.
Sin líderes. Trabajamos de forma horizontal, pero consientes de que tenemos
debilidades y fortalezas individuales, cada quién trabaja con puntualidad en lo
que mejor sabe hacer, pero nos reunimos, proponemos, nos escuchamos y
escuchamos a la gente que le interesa trabajar con nosotros”.
Su bandera de lucha es el arte. Y aunque su
trabajo incluye a más de una manifestación de éste, lo que los distingue, al
menos ahora, es el muralismo.
“Nosotros lo
llamamos muralismo social no solo por elsentido de la acción artística, sino
porque usamos el arte para poder entrar a la sociedad, trabajando sobre el
tejido social. Xanenetla fue eso, penetrar en la gente para que ellos se
volvieran a organizar para trabajar por su barrio.Había otros barrios que
rescatar, pero Xanenetla esta pegadito a la zona histórica de Puebla y tenia
años en un claro abandono”
-o-
Pero las brochas
del Colectivo Tomate y de las personas que se unen a su proyecto, no sólo han
pasado por las paredes de Xanenetla.
En los últimos
meses se les ha visto transformando la imagen urbana de dos mercados
emblemáticos. La Piedad y El Parral.
“Los mercados lo
hacemos de la mano de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo y el
programa de mejoramiento de los mercados. Creemos que éstos, si bien han tenido
un deterioro y una baja en cuanto a la afluencia, tienen una enorme importancia
como centros comunitarios. Más que centros de ventas, son centros de identidad
de las raíces mexicanas. Hay un proceso interesante en el que esperamos que se
puedan rescatar por su importancia mayúscula”.
Figuras humanas,
flores y animales, son parte de los elementos que lucen ya en las paredes de
estos mercados. Las imágenes del trabajo son memorables para los locatarios.
Los empleados, los niños, miembros de otros colectivos y ciudadanos en general
se unieron para pintar los murales que hoy adornan estos centros típicos de
comercio, cercanos al panteón de La Piedad y el Paseo Bravo, respectivamente.
“En Xanenetla
hemos terminado dos etapas y estamos por comenzar la tercera. Es interesante
porque funciona de manera distinta a otros lugares de nuestro gran proyecto
Puebla Ciudad Mural. En el barrio hacemos una convocatoria y diversos artistas
que quieran participar mandan sus proyectos. Nosotros elegimos a los artistas,
pero son los vecinos los que deciden que es lo que se va a pintar, porque al
final de cuentas es su fachada la que se va a pintar.”
En el caso de
los mercados nosotros hacemos las propuestas gráficas y los locatarios eligen
una. En el Parral tuvimos como artista invitada a “La mujer Chunga”, una
artista poblana invitada. Pero lo que es igual en todos los lugares donde
llevamos el muralismo social, es que partimos de la identidad cultural de
quienes habitan estos lugares. Les preguntamos sus historias, sus tradiciones,
sus colores, sus olores, para que lo que se plasme sea parte de su historia.”
-o-
El tomate, fruto
de color rojo, al que Pablo Neruda dedicara una oda, es sin duda un elemento
básico en la gastronomía mexicana. En nuestro folklor.
El Colectivo
Tomate no es inmóvil. Todo lo contrario, se expande y cambia de acuerdo al
momento. Aunque su base son sus 5 integrantes, sus miembros son todos los que
se acercan en un momento para apoyar de una u otra forma sus propuestas.
No es un proceso
sencillo, pero tampoco es imposible.
“La gente tiene
desconfianza y cree poco, pero cuando ve que estas dando resultados se abre.
Los mexicanos somos muy abiertos y amorosos, pero por razones históricas
tenemos recelo. Es un proceso complejo. La gente reacciona al arte. Estamos
convencidos de que el impulso al arte comunitario rinde frutos en los tejidos
sociales. Por eso hacemos arte para la gente y con ayuda de ellos, exploramos
las posibilidades lúdicas, alegres, divertidas, de juego, y las personas
aprenden. Los niños pintan con nosotros y se acercan al arte de forma divertida”.
Al final de
cuentas, el cambio, el rescate de nuestra ciudad y nuestro país, tiene que
pasar por el concepto de comunidad y la comunidad se puede unir alrededor del
arte.
“La cultura
ciudadana ha crecido en México, solemos trabajar con otros grupos con los que
tenemos intereses comunes. Eso es bueno porque resalta la disposición que
tenemos los mexicanos por cambiar nuestra realidad.”