lunes, 29 de noviembre de 2010

Maratón Internacional de Puebla 2010 (Fotorreportaje)



Es una fiesta, es un encuentro, es, si me aceptan el calificativo, un lujo.

Es es Marathon Bicentenario, edición 2010 de la multicarrera organizada por el Instituto Poblano del Deporte,

Aquí todos corren: los profesionales que buscan un jugoso premio, los semi, los ocasionales, las familias, nosotros, ustedes, ellos, los demas, el etiope que este año repitió primer lugar y una imitación del Místico.

El ser humano, es el unico ser vivo capaz de recorrer un marathon. Pero el cuerpo exige, demanda y se cobra. Correr es una ciencia. La ciencia de entender el tiempo, de conocer el cuerpo, la ciencia de la exactitud. La ciencia de resistir y tambien, la ciencia de saber desistir.
Niños, ancianos, discapacitados, enfermos, atletas, profesionistas... cada quien a su cada cual carrera, todos partiendo del Zócalo. A los 5 kilometros, a los 10 allá por Angelópolis, a los 21 en el municipio de las multiples iglesias, Cholula -donde acabó este reporte- o la vuelta a Zócalo angelopolitano para concluir por completo la carrera.
Aquí duelen lo pies, el cuerpo se renueva, el mínimo dolor se agranda, la piel suda, los labios se secan... pero, seamos sinceros, pocas cosas tan satisfactorias en la vida, como cruzar la meta.
Ver fotos en: http://www.facebook.com/note.php?created&¬e_id=143605519024582

viernes, 26 de noviembre de 2010

Andando la trama con Jorge Drexler



Por Jorge Alonso

Para una Baronesa Rampante

Noche fría. Noche de noviembre. En el centro de la Ciudad de México hay farolas que no encienden. Noche fría y algo oscura en el centro del DF.

En los alrededores del Metropolitan la actividad empieza a morir. Cierran las tiendas. Acaban la jornada los vendedores de comida y la gente vuelve al metro Juárez. A contrasentido, poco a poco, otro grupo de gente camina. Son las ocho y la gente ya hace fila, justo bajo las enormes letras que en el teatro anuncian: JORGE DREXLER

Afuera revendedores, camisetas con la silueta del uruguayo, aquella que fue imagen del albúm Cara B.

Adentro el imponente auditorio. La enorme construcción de los años 40´s. Las imágenes fantasmales de las proyecciones de cine de antaño. Aquí el vértigo que causa la acrofobia - o viceversa-, el público a punto de llenar el lugar, los discos originales, las palomitas antes del concierto y un joven con jersey del Pumas. Ya después, cuando llegue el desenlace, sabrá que el Monterrey jugó a empatar y lo logró: 0-0; pero ahora a concentrarse en la poesía, en la música. Y si había aun algún distraido, todo cambiaría cuando, pasadas las 9, Jorge apareciera cantando "Todos a sus puestos".
Ya estaba, ya estábamos andando la trama.

Andando su historia, la del cantautor sudamericano que regresaba al DF, que tocaba su primer Metropolitan, que daba "el concierto más importante que haya dado en México", visiblemente emocionado y rodeado de una gran banda de ocho músicos, cantaba y reía Drexler.

Hay mucho más público que hace ocho años en El Péndulo. Comentaba el músico, consiente del paso de los años. Todo se transforma. Y transformado no dejo de sorprender por la construcción de las canciones, que aderezadas por los amigos músicos (de Italia, España y Argentina) que lo rodeaban en semicirculo, lucían nuevas, como los regalos de esas fiestas especiales. Así fue Se va, se va, fue. Interpretada en esta ocasión, en una curiosa versión tango. Cálida versión, cómo el abrazo que recibió el ganador del Oscar, que no aguanto muchos minutos con el saco negro que portaba al inicio del show y tuvo que dejarlo de lado, para lucir camisa blanca y corbata roja.

Cómo un músico, sin aparecer en la radio, puede provocar tanto desabrupto en la audiencia, es algo dificil de explicar. En más de una ocasión, improvisando versos, Drexler pidió silencio. "Llegó el momento en que participen y donen un poco del tiempo de vida de las baterías de sus celulares" pidió, y las lucecitas azuladas se volvieron Noctilucas y brillaron, como hace 5 años esas luciernagas de mar alumbraron el Cabo Polonio, donde nació el álbum 12 segundos de oscuridad.

Decidido a pasarla bien, Drexler jugaba. Jugaban también Campi, Matias Cella y el resto de los músicos, que se vovieron más que secundarios el concierto. También ellos arrancaron aplausos emocionados, como en el momento en que con solo una marimba y a seis manos, los "marimboys" -como los bautizó Drexler- tocaron el tema "Aquellos Tiempos", del disco Frontera. Entre giros y juegos de los cuatro músicos.

Y de lo acústico de la marimba, Jorge Drexler llevó al publico a la experimentación sonora.. Loompers, guitarras, juegos de luces, volumen a fondo, gritos, y mucha poesía. Disneylandia. Canción que se apropió a un nivel impresionante.
El sonido envolvió, saturó sin chocar, provocó la explosión de los capitalinos y lo repitió en una versión eléctrica de La Edad del Cielo.

Qué más gustos podía darse el autor de cientas de canciones. Tal vez tomar un tequila en pleno escenario, cantar Soledad sólo, con su guitarra; o tener el descaro de intentar una ranchera de cuatro días, "si no la canto ahora no lo haré nunca" y la cantó, Madera de Deriva.

La trama dio paso al desenlace. Tenía que llegar. Tenían que ser Sea y Todo se Transforma. Tenia que haber Metropolitan de pie. La gente debía irse y esperar que Drexler vuelva pronto. Tal vez no sea tan pronto. Tal vez la próxima ocasión sea en otro cine, en la película en la que Jorge Drexler actuará para Daniel Burman. Quién sabe.

"Yo solo se que hice un alto en el camino y hoy me quedaría, por siempre, a tu vera"

lunes, 15 de noviembre de 2010

Amor del malo. Parte I

Por Jorge Alonso

“Dile a tu novio… que le voy a partir la madre” escribió a mi novia, vía Facebook, un imbécil que se ostentaba como dueño de mi amiga Fabiola.
En un posterior mensaje, esta vez directo a mi bandeja, el fulano me pedía explicaciones, con un tono más bajo…

-o-

Era aún de mañana cuando me habló, yo no tenía nada que hacer, acepté reunirme con ella para pasear y platicar como habían ido nuestras vidas desde la última vez, hace mucho tiempo, que nos encontramos. Adriana y yo nos encontramos en una estación amarilla del metro en una mañana fría. Ella vestía vestido y yo leía de Rayuela de nueva cuenta.

Platicamos. Platicamos. Platicamos. Ella discutió con su novio, pero no tenía la menos intención de dejarlo. Era un celoso compulsivo, pero se esforzaba por cambiar. Tomaba, pero intentaba controlarse. Le faltaba al respeto, pero la quería. Discutían, pero era normal.

Por eso yo estaba allí. Porque era ideal para darle celos a él. Amigo incomodo al cabo. La quiero mucho, al cabo. Mientras hablábamos no pude evitar mirarla con tristeza; es mi amiga y, lo último que se espera es que una amiga sufra por estar con alguien equivocado. Se lo dije, me preocupé. No la he vuelto a ver.

-o-

-Nunca peleábamos. –Es lo malo, si no discutes las cosas se van acumulando –Las últimas veces reclamamos todo lo que no habíamos reclamado en tanto tiempo.

Más o menos por eso tono conversábamos yo y un buen amigo hace tiempo. Ahora nos descubro creyendo en esos momentos que las discusiones en el noviazgo son normales, “que lo mejor es la reconciliación”. Ahora me sorprendo con cien historias que contar a partir de un supuesto común: todo esto es normal. El pretexto: la publicación del libro “Amar a Madrazos” de Ale del Castillo y Moisés Castillo, editado por la firma Grijalbo. Amar a madrazos, cuando el amor tiene un doloroso rostro.

-o-

… me pedía explicaciones y me amenazaba. Me pegó en la tolerancia, hirió mi diplomacia. Con la poca serenidad que me quedaba, decidí no dar ni una sola explicación. Tal vez una: “ni mi novia y mucho menos tú me dicen a quién debo querer y decir que quiero”.

¿Cuál fue el lío? Algunas canciones que pegué en el muro de Fabiola y mi costumbre de terminar las conversaciones con mis amigos con un “te quiero”. El fulano, según se, intentaba conquistarla. Espero que después de esto no tenga ninguna oportunidad.

Triste cosa que ya por terminar el 2010, la visión de esta sociedad siga estando tan limitada. Triste cosa que no hayamos aprendido, por lo menos, a amar y ser amados.

lunes, 8 de noviembre de 2010

IMX: De la burla a la reflexión


El día de ayer llegó a su fin la primera edición del reality show de los medios de comunicación "Iniciativa México". Quién no llegó a la final, fue el"Vasco" Aguirre... nos eliminaron los argentinos y no fuimos el país del "ya se pudo".

El Auditorio Nacional fue el escenario donde los ciudadanos se reunieron a cantar las canciones de los Fernandez, mientras cuatro iniciativas ciudadanas competían por obtener el apoyo monetario más grande, para realizar su proyecto. A estos los rodearon finisimas personas: Azcarraga´s, Salinas, Beltrones, Ealy Ortiz, etc, etc... eran fácil de localizar, vestían sacos y corbatas cuyo precio sumado daba para atender al menos una de las iniciativas que no ganaron.

El presidente Calderón hizo gala de presencia... una triste gala de presencia. Sus palabras fueron, al menos las lógicas, pero que triste contraste se notó al pensar en su gobierno.

Habló del proyecto de Mariana, para ayudar a mujeres víctimas de violencia. "Las mujeres padecen la desigualdad en muchos aspectos y, quizá, la más indignante es ésta: la violencia que sufren en sus hogares" Olvidó que él mismo tuvo el descaro de nombrar al inútil de Chavez Chavez procurador de la República, el mismo que fungió como procurador de Chihuahua en el estallido de las muertas de Juarez.

O al referirse al proyecto de Hector, Fuente de Proteína, "Si logramos transformar los alimentos en México, particularmente... llevar lo que necesitan, las proteínas, a los niños... vamos a superar el problema de desnutrición..." Calderón olvido la vergonzosa actuación del gobierno en la reforma a los alimentos chatarra.

O que tal al hablar de Marabunta... "coincido en que México necesita para superar, precisamente, la violencia, la desazón, necesita amor, necesita corazón, necesita acercarse a esos adolescentes, y a esos jóvenes, en los barrios más pobres del país para darles, precisamente, esperanza, y sentido de vida, y sentido de su existencia" ¿Que jóvenes? ¿Los menos? ¿Los mismos jóvenes en situación vulnerable de Juarez a los que llamó delincuentes?

Terrible la crisis de legitimidad del gobierno federal. Sus actos lo condenan

En medio del show, dos cosas me quedaron claras ayer, en la transmisión de Iniciativa México

1- Que en efecto, somos muchos los mexicanos que hacemos algo para mejorar este país. Que hay un enorme ejercito de ciudadanos que prefieren ponerse en acción, a ser consumidos por los enormes problemas que el país enfrenta. Y...

2- Que hay algunos que no tienen vergüenza...